Tradicionalmente, en la época de la imprenta, los manuscritos de autor incluían instrucciones que indicaban el tipo de letra, el estilo y el tamaño con que debía ser representado el texto, etc… A esto es a lo que llamaban marcas, con la llegada de los ordenadores se introdujo al mundo de la informática.
Se creó un lenguaje estándar de marcado de texto en 1967, el SGML es un meta-lenguaje, es decir, un lenguaje para la definición de lenguajes de marcas. Todos los lenguajes de marcas actuales descienden de él. Empezó a materializarse en los años 80.
Una de las primeras aplicaciones prácticas de esta idea fue el estándar TeX, solo se utiliza en entornos científicos a través de LaTex
En 1991, Tim Berners-Lee, el inventor de la Web, utilizó la sintaxis SGML para crear HTML. La sencillez del HTML, junto con el empleo de URLs y la distribución libre de los primeros navegadores, están en el origen del éxito de la World Wide Web, convirtiendo a HTML en el tipo de documento más empleado en el mundo, gracias a su vez a su extrema simplicidad, impide restringir la generación de documentos mal formados. Se comenzaron a mezclar presentación y contenido, por lo que hubo de crearse CSS como solución.
XML aparece para solventar los problemas de HTML, se trata de un meta-lenguaje que permite crear etiquetas adaptadas a las necesidades. El estándar define cómo y qué se puede hacer con ellas, todo documento debe cumplir dos condiciones: ser válido y estar bien formado. Fue desarrollado por el World Wide Web Consortium, su objetivo principal es simplificar el SGML para adaptarlo a los documentos en internet. Este lenguaje en que logra un equilibrio entre simplicidad y flexibilidad. XHTML, es una redefinición del HTML en clave XML. Los lenguajes basados en XML tienen además múltiples aplicaciones, como por ejemplo, el intercambio de datos entre servidores.